**Enviado por José Antonio Sierra( Coordinador de Internacional ).-
El proyecto “Convivir sin discriminación: un enfoque basado en los derechos humanos y el género” finaliza tras cinco años de trabajo entre la cooperación española y las instituciones marroquíes, con financiación de la Unión Europea, para apoyar el desarrollo de políticas públicas para prevenir y luchar contra el racismo y la xenofobia en Marruecos, poniendo particular atención a las desigualdades de género.
El proyecto se inició en agosto de 2017 con la financiación de la Unión Europea y a través del consorcio entre la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) y el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) dependiente de la Secretaría de Estado de Migraciones (SEM) del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Por parte marroquí los socios del proyecto han sido el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el antiguo Ministerio Delegado del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Cooperación Africana y de los marroquíes residentes en el Extranjero (MDCMRE).
Además de las instituciones firmantes, el proyecto fue sumando los esfuerzos de un número importante de instituciones nacionales y regionales, que han participado activamente en la ejecución y seguimiento de las acciones. La sociedad civil y los medios de comunicación han jugado también un papel importante. El conjunto de actores implicados en la intervención ha subrayado la pertinencia del trabajo realizado, y los logros conseguidos en cuanto a la dinamización de un debate, que está en el centro de la promoción de los derechos humanos y el desarrollo social del país.
El proyecto ha contribuido a abrir el debate sobre el racismo y la xenofobia hacia la población migrante en Marruecos, que hasta entonces no había sido abordado abiertamente a nivel institucional, y las formas de abordarlo, prevenirlo y erradicarlo facilitando la creación de diálogo y de contenidos sobre el tema en Marruecos, que hasta este momento era bastante invisible. El proyecto también ha puesto el foco en la interseccionalidad de las discriminaciones (desigualdades de género y discriminación por origen racial o étnico), que afectan de forma específica a las mujeres migrantes.
Gracias al trabajo desarrollado, se han elaborado herramientas jurídicas para identificar necesidades de mejora legislativa en Marruecos y recomendaciones concretas para la mejora de políticas públicas. Recomendaciones para mejorar la coordinación de los dispositivos de quejas existentes para aumentar la detección, la identificación y la investigación de los incidentes racistas y xenófobos, así como su seguimiento posterior.
Un total de 30 formadores y formadoras de cinco instituciones públicas (Instituto Superior de la Magistratura, Institución del Mediador, Gobernador y Consejo de la Región Oriental, Ministerio de Salud y Ministerio de Educación), está preparado a partir de ahora para formar en materia de prevención y lucha contra el racismo y la xenofobia, a otros agentes públicos de esas mismas instituciones, que cuentan con servicios de atención ciudadana.
Más de 300 alumnos y alumnas de 7 centros educativos han tenido la posibilidad de participar en proyectos de promoción de la convivencia en sus estructuras. El acompañamiento realizado con los equipos pedagógicos de estos centros y de las Academias de educación en las regiones de Tánger y Casablanca permitirá continuar con esta experiencia piloto que ha sido integrada en la vida educativa de los centros de forma permanente.
Más de 100 organizaciones de la sociedad civil han participado en encuentros y reuniones virtuales y presenciales entorno al racismo, la xenofobia y la discriminación racial y más de 200 personas de esas organizaciones han sido formadas en los 15 cursos de formación organizados por el proyecto. También se ha trabajado con asociaciones conformadas por personas migrantes en Rabat y Agadir, para llevar a cabo acciones de sensibilización hacia la población.
Un grupo de 10 profesionales de los medios de comunicación han acompañado la reflexión en torno a los principios éticos necesarios en la comunicación, para tratar el fenómeno migratorio de forma que pueda prevenir el racismo y la xenofobia. Esta reflexión se ha materializado en la producción de un web documental colectivo disponible en la web del proyecto https://vivre-ensemble.ma/
Para dar visibilidad a estas acciones, el proyecto ha puesto a disposición de las personas interesadas nueve publicaciones, accesibles a través de las webs del proyecto y de sus socios, en varios idiomas: árabe, francés, español e inglés. Numerosos productos de comunicación se han difundido también en árabe y en francés para sensibilizar a la opinión pública y para apoyar las actividades pedagógicas organizadas. Todos esos videos y guías están disponibles en la web y en las redes sociales del proyecto.
El proyecto Convivir sin discriminación llega así a su fin, pero los intercambios que se han construido en torno a él continúan gracias al compromiso de las instituciones, de las organizaciones y de las personas que han acompañado este proceso durante estos años. El proyecto se termina, pero el mensaje continuará atrayendo nuevos actores implicados en la promoción de la convivencia sin discriminación y de una sociedad inclusiva, diversa, igualitaria y justa.
***La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) es el principal órgano de gestión de la Cooperación Española, orientada a la lucha contra la pobreza y al desarrollo humano sostenible. Según su Estatuto, la Agencia nace para fomentar el pleno ejercicio del desarrollo, concebido como derecho humano fundamental, siendo la lucha contra la pobreza parte del proceso de construcción de este derecho. La AECID está adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación a través de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional. Es el órgano ejecutivo de la Cooperación Española y trabaja, junto a sus socios, en más de 30 países a través de su red de Oficinas Técnicas de Cooperación, Centros Culturales y Centros de Formación.