La sociedad creada por la Fundación Bancaria Unicaja para impulsar proyectos con potencial de crecimiento y utilidad social apuesta por esta joven empresa malagueña, especializada en el análisis forestal a través del Big Data y la inteligencia artificial
Fundalogy, la sociedad creada por la Fundación Bancaria Unicaja para impulsar proyectos con potencial de crecimiento y utilidad social, se ha aliado con la startup Coolx Earth para combatir el cambio climático a través de la tecnología y la inteligencia artificial. Así, Fundalogy será parte del impulso financiero que precisa para su crecimiento este innovador proyecto.
Esta joven empresa malagueña está especializada en el análisis de densidad forestal a través del Big Data y la inteligencia artificial, con el fin de desarrollar proyectos medioambientales a favor del planeta.
Fundalogy es una sociedad de responsabilidad limitada con capital 100% de la Fundación Bancaria Unicaja que presta especial atención al emprendimiento de base tecnológica y apoya proyectos que generan valor social, económico y medioambiental y que en sus primeras fases necesitan de financiación para salir al mercado. De esta forma, favorece el desarrollo del tejido empresarial de su ámbito de actuación y fomenta la transferencia de conocimiento a la sociedad.
Tecnología a favor del planeta
Los bosques y los proyectos forestales se presentan como una potente solución para luchar contra los graves efectos del cambio climático. Comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el equipo de Coolx Earth ha desarrollado un software para la medición del impacto medioambiental de los bosques para optimizar su análisis, gestión y conservación.
Los algoritmos de inteligencia artificial de esta iniciativa, que tiene a la naturaleza y su preservación y conservación como prioridades, permiten calcular las tasas de deforestación y la biomasa del bosque (CO2), entre otras variables.
La tecnología se convierte en aliada imprescindible del planeta en esta propuesta tecnológica, que permitirá incrementar el número de proyectos verdes, ahorrar tiempo y costes, y mejorar la transparencia de este tipo de iniciativas al obtener estimaciones precisas y con datos de calidad acerca de las reservas de carbono en los bosques.