• La Fundación Infantil Ronald McDonald visibiliza en este día la problemática a la que se enfrentan las familias con hijos con enfermedades oncológicas cuando tienen que recibir atención médica en hospitales alejados de sus hogares.
• Las Casas Ronald McDonald son instalaciones destinadas a alojar a estas y otras familias con hijos en tratamiento de larga duración, a propuesta del equipo de Trabajo Social de los hospitales públicos en los que son asistidos.
• La edad media de los niños en tratamiento oncológico alojados en estas Casas es de 9,6 años.
Con motivo de la celebración del Día Internacional contra el Cáncer Infantil, la Fundación Infantil Ronald McDonald ha querido visibilizar la problemática a la que se enfrentan, en paralelo al abordaje de la enfermedad, las familias con hijos en tratamiento oncológico cuando deben recibir atención médica en hospitales de referencia alejados de sus hogares.
En 2023, el 33% de los niños alojados en la Casa Ronald McDonald Málaga fueron pacientes oncológicos. Estas instalaciones son habilitadas por la Fundación para que familias con hijos que están recibiendo tratamientos de larga duración en hospitales ubicados lejos de sus hogares, y pertenecientes a la red hospitalaria de Málaga, puedan alojarse gratuitamente durante el tiempo que se extienda su terapia.
Cuando se produce un diagnóstico de este tipo, la situación obliga a al menos uno de los progenitores a desplazarse durante días, semanas e incluso meses a una localidad distinta a su lugar de residencia, teniendo que separarse de su familia y, en numerosos casos, abandonar sus puestos de trabajo para atender esta necesidad vital del niño. A esto se suma que, durante el periodo de tratamiento, tienen que pasar día y noche en los sillones para acompañantes de los centros hospitalarios o, cuando su economía se lo permite, en alojamientos hoteleros.
En palabras de José Antonio García, director de la Fundación, “cuando escuchamos un diagnóstico de cáncer en un niño se nos estremece el alma pensando en la enfermedad, pero no somos conscientes de lo que esto supone para el núcleo familiar cuando el menor tiene que ser atendido fuera de su localidad: separación de hermanos, dedicación exclusiva de un progenitor, alojamiento durante el tratamiento. Se trata de una situación muy compleja”.
En este sentido, las Casas Ronald McDonald ubicadas en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla suponen un recurso fundamental del que disponen sus hospitales de referencia para proponer a las familias que tienen necesidad de alojamiento. Los criterios de asignación de plaza se basan en la distancia del hospital respecto a sus lugares de residencia, tratamiento ambulatorio, duración prevista de la estancia y número de hermanos menores. Una vez verificado este proceso, las familias seleccionadas realizan una entrevista de acogida en la Casa y firman un compromiso para la estancia. El equipo de Trabajo Social de cada hospital se reúne periódicamente con el gerente de cada Casa para realizar seguimiento de las familias atendidas.
‘Un hogar fuera del hogar’
La Casas Ronald McDonald Málaga, inaugurada en febrero de 2012, es la segunda Casa que la Fundación Infantil Ronald McDonald ha construido en España. Ubicada en una zona privilegiada de Málaga (Avda. Arroyo de los Ángeles, 50), en un recinto cerrado y ajardinado, a escasos 200 metros del Hospital Materno-Infantil y el Hospital Civil y muy bien comunicada, cuenta con superficie total de 1.781 metros cuadrados
Cinco cocinas totalmente equipadas, dos salas de estar independientes, comedor, sala de juegos infantiles, sala de cine y 14 habitaciones para las familias conforman estas instalaciones.
Las habitaciones cuentan con baño propio, terraza al exterior y un pequeño espacio de estancia, y tienen capacidad para un máximo de 3 o 4 personas. Disponen de aire acondicionado y calefacción por suelo radiante, televisión y teléfono interno. Además, la Casa cuenta con lavandería, sala de plancha y zona exterior de juegos infantiles con superficie ajardinada.
Estas instalaciones suponen un respiro para las familias alojadas no sólo a nivel económico o de residencia, sino también a nivel emocional, ya que pueden compartir los momentos más duros y los avances con otras personas que están viviendo situaciones similares.