Los promotores del futuro hotel en el área del Puerto de Málaga, Grupo Inversor Hesperia y el fondo catarí Al Alfia a través de la sociedad Andalusian Hospitality II, junto con el equipo del renombrado arquitecto David Chipperfield, han presentado esta mañana el avance de las líneas maestras del proyecto al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y al presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, en una reunión de trabajo celebrada en el mismo Ayuntamiento de Málaga, y en la que han participado entre otros la concejala de urbanismo Carmen Casero y el gerente de urbanismo José María Morente, así como, la gerente de la Fundación Malagaport, Pilar Fernández-Fígares.
La propuesta de David Chipperfield nace con la intención de recuperar un espacio público para la ciudad, desde un enfoque de sostenibilidad urbana, social y medioambiental. El proyecto prioriza así la escala humana y la vida en la calle, creando una red de recorridos peatonales y ofreciendo una vibrante mezcla de usos para conformar una pieza coherente y viva de la ciudad. Esta visión de ciudad es precisamente la que ha motivado la incorporación al proyecto del arquitecto, premio Pritzker en 2023. En este sentido David Chipperfield afirma que “es una oportunidad de incorporar a la ciudad un nuevo espacio público, permitiendo que la ciudadanía de Málaga se apropie de él a través de sus actividades y recorridos. Una secuencia de jardines unirá el nuevo desarrollo con la Farola y con el centro de la ciudad”.
El presidente de Grupo Inversor Hesperia, José Antonio Castro, destaca que “como promotores estamos muy ilusionados con contar con la visión excepcional de David Chipperfield para dar forma a un proyecto que es un proyecto transformador de ciudad y que va a marcar un antes y un después para la ciudad de Málaga y para sus habitantes”. Por su parte, el CEO de Grupo Inversor Hesperia y administrador de Andalusian Hospitality II, Jordi Ferrer, añade que “con este proyecto Málaga va a estar en el foco internacional de los negocios y del turismo, vamos a situar a la ciudad como un destino preferente y vamos a generar ocupación de calidad y un espacio referente para la vida de las malagueñas y los malagueños”.
Finalmente, en representación del grupo catarí, Abdulla Al Darwish, apunta que “España y en concreto Málaga es un destino importante para nosotros y estamos convencidos de que este proyecto va a proyectar la ciudad al mundo”.
-Un proyecto para la ciudad
La visión de Chipperfield busca conectar el Dique de Levante al resto de espacios públicos de Málaga en continuidad con la apertura del puerto a la ciudad, mediante una secuencia de jardines que acompañen al peatón a lo largo del dique. Este nuevo bulevar marítimo arranca desde la playa de la Malagueta y el Muelle 1, y culmina en una colección de jardines de carácter y atmosferas diferenciadas, dando respuesta a los diferentes programas y usos que acogen.
El proyecto se divide en dos grandes gestos arquitectónicos que se asocian a los diferentes usos propuestos. Por un lado, un podio de dos alturas que evoca los principios de la tradición vernácula andaluza y que responde a sus necesidades y particularidades climáticas. Esto se expresa mediante espacios exteriores en sombra, patios y jardines con elementos de agua, aportando un mejor comportamiento climático y mayor confort de los usuarios tanto en el exterior como en el interior.
Un segundo lenguaje se emplea en el elemento en la torre, donde los materiales son más ligeros, asociados a la naturaleza aérea de la pieza. La construcción en altura se inspira en la luz blanca de Málaga y sus cielos vaporosos por la intensidad solar y el vapor del mar. Esta naturaleza ligera aporta abstracción a la pieza y hace que la torre se integre en la línea de horizonte.
-Elevados estándares medioambientales
La propuesta responde a los condicionante climáticos ofreciendo un conjunto que respete los más altos estándares medioambientales. De esta forma, en los espacios de uso eminentemente público, la propuesta pone en valor el clima local, ofreciendo grandes espacios en sombra conectados con el exterior y abiertos en varios frentes, favoreciendo la ventilación natural y el paso de la brisa marina; y reduciendo así el consumo energético y mejorando el confort de los usuarios.
En las plantas bajas, los espacios exteriores se proyectan como una ampliación de los interiores, generando un espacio público continuo que puede ser recorrido por todos los visitantes y usuarios.
-Espacios en común y diversidad de usos
El proyecto incorpora el carácter social de la Málaga y sus ciudadanos, creando un fuerte sentido de pertenencia, donde el espacio social es el motor de la propuesta.
La planta baja de la propuesta incorpora los usos públicos para generar un ambiente urbano y vibrante. Se proponen tres grandes espacios, cada uno de ellos con un carácter propio: al norte, un gran espacio ajardinado de llegada que recibe a los usuarios desde Málaga y organiza el acceso a los usos de mayor afluencia, como el hotel y el centro de convenciones; al sur se abre una plaza de uso comercial y gastronómico como punto de encuentro entre las malagueñas y malagueños y los visitantes; y al este, un paseo ajardinado a lo largo del dique.
Para potenciar la permeabilidad entre los espacios exteriores e interiores, los límites entre los usos públicos, las plazas y los patios se difuminan, creando una planta baja diáfana que es en el 90% accesible al público.
-Un jardín de jardines
La propuesta propone una gran superficie peatonal y ajardinada que anima al ciudadano de Málaga al paseo desde la ciudad y a recorrer el dique de Levante para llegar a la extensión de la ciudad en el mar.
Se prevén intervenciones paisajísticas con carácter propio, de tal forma que se genera un recorrido dinámico, que ofrece espacios públicos de características diferenciadas en base a los diferentes usos que acoge. Además, se asegura la reducción del efecto isla de calor, incorporando vegetación en diferentes alturas, elementos de agua reutilizada y tratada, así como pavimentos drenantes y discontinuos de colores claros.
El paisajismo recoge seis espacios públicos de carácter diferenciado, con la intención de jerarquizar y dar respuesta a la variedad de usos y actividades que se ofrecerán en el complejo. Por una parte, tres espacios principales divididos en:
· Balcón de levante: como gran bulevar que potenciará la unión entre el dique de levante y la ciudad.
· La Plaza del Puerto: una plaza de carácter urbano que recoge la afluencia de público de Málaga y a donde se vuelcan los usos de hotel, centro de convenciones y el Real Club Mediterráneo.
· La Plaza de la Arquería: una plaza de carácter comercial, con arquerías perimetrales para protegerse del sol, que se abre a la terminal de cruceros y conecta el flujo de visitantes y residentes.
Entre estos espacios urbanos, se distribuyen una serie de áreas de menor escala:
· El Patio de las Palmeras: espacio exterior que conecta el uso de hotel con el comercial, ofreciendo un lugar de esparcimiento más tranquilo y protegido del sol.
· El Paseo del Dique: que acoge un pequeño espacio exterior asociado a usos comerciales y gastronómicos, y una amplia zona de usos flexibles que permite el estacionamiento de autocares que dan servicio a la terminal de cruceros, así como la opción de otros usos de juego y deporte.
· El Patio del Agua: espacio de escala más íntima, asociado al agua, ubicado en el epicentro de la propuesta, y aglutinando las conexiones entre los diferentes programas.
-Siguientes pasos
Los promotores y el equipo de David Chipperfield presentarán el diseño para la concesión el próximo mes de marzo, según los plazos estipulados y dando así un paso más en el recorrido de este proyecto que se empezó a gestar hace más más de 9 años. Cumplido ese proceso, el Puerto de Málaga elevará el proyecto a Puertos del Estado para su aprobación definitiva en Consejo de Ministros.