La guía gastronómica definitiva de Puerto Rico

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En Puerto Rico, cada sabor, plato y movimiento gastronómico tiene su propia historia que contar, con una narrativa que evoluciona constantemente, basándose en las prácticas del pasado y experimentando con los sabores del futuro. Desde las técnicas perfeccionadas durante generaciones hasta las innovaciones culinarias aceleradas por las catástrofes naturales, lo más destacado de la gastronomía puertorriqueña es una fiesta tropical. Cuna de la Piña Colada, el destino es defendido por los cafeteros tradicionales y artesanos y por sus modernos cruzados de la granja a la mesa. A medida que el mundo comienza a abrirse, Puerto Rico ofrece a los viajeros la oportunidad de sumergirse plenamente en su cultura culinaria y sirve un menú de deliciosas exquisiteces.

De la granja a la mesa

Los desafíos medioambientales han afectado a la escena gastronómica de Puerto Rico en más de un sentido, pero el movimiento “de la granja a la mesa” floreció específicamente después del huracán María en 2017. El movimiento ha llegado a definir el panorama gastronómico de Puerto Rico, un modo de vida sostenible y de autosuficiencia alimentaria, utilizado tanto por instituciones gastronómicas de alto nivel como por los lugareños por igual. Para los viajeros, la granja ecológica Finca Oro Rojo, en el bosque tropical de Orocovis, es el destino perfecto para descubrir los fundamentos de la agricultura ecológica. Los huéspedes aprenden a vivir de la tierra y descubren la forma de cultivar y cosechar en el huerto de los agricultores locales, que seleccionan los mejores productos para que los huéspedes los cocinen y preparen. Cerca de San Juan, la visita y almuerzo en la granja Manati ofrece a los huéspedes una experiencia alternativa de la granja a la mesa, desde el aprendizaje de la hidroponía y la degustación de microverduras en el invernadero, hasta el encuentro con los animales de la granja y la degustación de queso fresco de cabra con miel local. Así, los huéspedes pueden disfrutar de un completo almuerzo de granja preparado con ingredientes locales y frescos.

Defender la cocina y el patrimonio caribeños

A pesar de la rápida evolución de la escena gastronómica de Puerto Rico, sus platos básicos ofrecen una celebración de sabores que aún resuenan en toda la isla: el mofongo, elaborado con plátanos verdes fritos; los tostones, hechos de plátano fritos; y el lechón, un plato de cerdo asado lentamente con carne jugosa y piel crujiente son solo algunos de los platos heredados. La Lechonera Los Pinos , en Cayey, sirve uno de los mejores lechones de la zona y es uno de los favoritos de los lugareños, que tocan música en directo y destilan frescura caribeña. Otro clásico es la Casita Miramar famosa por su comida criolla, un plato tradicional puertorriqueño con raíces en la herencia española, africana y taína de la isla. Los comensales son recibidos con una cálida bienvenida y se les ofrecen creaciones caseras como plátano frito, sabroso pez espada y sustanciosos guisos de carne, todo ello acompañado con un fresco ponche de ron.

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