El Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga, con los doctores José Ángel Gómez Pascual y Francisco Antuña Calle al frente, celebra que acaba de alcanzar la cifra de 500 pacientes tratados con Enucleación por láser holmio (técnica HoLEP), el procedimiento más avanzado y mínimamente invasivo para la hiperplasia benigna de próstata (HBP), una enfermedad que padecen el 90% de hombres mayores de 75 años. “Es un orgullo representar a un servicio que desde 2009 está tratando esta patología con las técnicas más innovadoras del momento, como fuera el láser verde hasta 2016 y posteriormente la técnica actual con láser holmio (HoLEP), la última tecnología para tratar ciertas patologías de la próstata, como la hiperplasia benigna; una técnica muy exigente y que requiere un equipo especializado y formado como el del Hospital Quirónsalud Málaga; centro pionero de Andalucía y con las mejores cifras de éxito en el tratamiento con esta técnica”, explica el doctor José Ángel Gómez Pascual.
La próstata es el órgano más frecuentemente afectado por enfermedades del hombre mayor de 50 años, siendo las patologías más habituales la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y el cáncer de próstata. El aumento de tamaño de la próstata (hiperplasia benigna de próstata) es uno de los mayores problemas de salud del varón adulto; “la padecen el 60% de los varones mayores de 60 años, un porcentaje que se acerca al 90% cuando el paciente supera los 75 años”, advierte el doctor Francisco Antuña. A priori, es benigna, pero requiere tratamiento y los síntomas habituales son dificultad miccional y aumento de frecuencia urinaria diurna y nocturna, por lo que es fundamental un diagnóstico precoz para evitar futuras complicaciones y descartar otras enfermedades, por lo que los especialistas recomiendan acudir al médico ante cualquier síntoma, así como someterse a una revisión anual a partir de los 50.
En la hiperplasia benigna de próstata (HBP), la parte de la glándula masculina que rodea la uretra crece de tal manera que “interfiere en la vida cotidiana, mermando la calidad de vida al provocar problemas miccionales; como dificultad para iniciar la micción, sensación de vaciado incompleto, orinar con mayor frecuencia, tanto de día como de noche o, en fases más avanzadas, incluso incontinencia con pérdidas urinarias”, incide el urólogo. Cuando el tratamiento médico farmacológico no es suficiente para calmar estos síntomas y devolver al paciente una calidad de vida aceptable, se debe recurrir a la cirugía, preferentemente, la cirugía mediante láser holmio; pues es un procedimiento mínimamente invasivo, que evita la cirugía abierta, el sangrado, posibles infecciones, reduce el dolor postquirúrgico y acorta el tiempo de recuperación y de ingreso hospitalario.
Como añade el doctor Gómez Pascual, “el Láser Holmio (HoLEP) es un láser superior a los anteriormente conocidos por su capacidad de corte y coagulación, que permite extraer el tejido crecido de la próstata intacto en su totalidad”. Esta técnica consiste en la disección de la glándula prostática hipertrófica mediante una fibra de láser holmio u HoLEP (del inglés, Holmium Laser Enucleation of the Prostate; en español, enucleación de próstata con láser holmio), creando inmediatamente una cavidad que no sangra, lo que permite tratar próstatas de cualquier tamaño (incluso hasta 200 gramos) que el láser verde o la resección transuretral clásica de próstata no pueden realizar. También es importante señalar que “la elevada inversión en equipamiento, en fibras y su difícil ejecución llevada a cabo por cirujanos urólogos experimentados, ha hecho que solo sea posible encontrarlo en centros de referencia de prestigio a nivel nacional”, reconoce el doctor Antuña.
Procedimiento mínimamente invasivo y con anestesia epidural, con múltiples beneficios respecto a la cirugía abierta
Durante la realización de HoLEP, el adenoma prostático que causa la obstrucción urinaria es progresivamente separado de la cápsula fibrosa que lo rodea. Posteriormente, el adenoma es extraído de la vejiga mediante el empleo de un instrumento llamado morcelador. “Todo el procedimiento quirúrgico, mínimamente invasivo, se hace a través de la uretra y la anestesia utilizada es epidural”, recalca el doctor Gómez Pascual. Al finalizar la cirugía, la glándula prostática queda vacía y formada únicamente por la cápsula. “Hay que recordar que la cápsula prostática sólo se extirpa cuando existe un cáncer de próstata y al procedimiento se le llama prostatectomía radical, que nada tiene que ver con el láser HoLEP”, especifica.
Al tratarse de una técnica mínimamente invasiva y más moderna, la recuperación del paciente es mejor. “Esta intervención, que se realiza en quirófano bajo anestesia epidural, dura entre 40 y 90 minutos, dependiendo del tamaño de la próstata, y con ella se evitan posibles complicaciones quirúrgicas asociadas a la cirugía abierta convencional de HBP, como un mayor dolor postquirúrgico, una posible infección de herida o una mala cicatrización”.
El tiempo medio de ingreso del paciente es de 48 horas, frente a los casi cinco días necesarios tras la cirugía abierta de HBP. “Más del 97% de nuestros pacientes operados, se marchan de alta sin sonda a las 48 horas de la cirugía. Además, el sangrado es mínimo al no perder sangre respecto a la cirugía abierta, haciendo que la transfusión de sangre sea algún caso excepcional, todo lo contrario que con la cirugía abierta”, subraya el doctor Antuña.
Otro beneficio es el posible tratamiento de litiasis vesicales mientras se usa el láser. Según el urólogo, “es frecuente que los pacientes que van a ser sometidos a un procedimiento quirúrgico para tratar la HBP, presenten piedras o litiasis en la vejiga. Como el láser de holmio es un excelente litotriptor, durante la realización de HoLEP es posible la fragmentación y extracción simultánea de las piedras presentes en la vejiga”.
La reducción del tejido medido por ecografía después de la cirugía HoLEP es del 80%, mientras que las otras técnicas con láser o convencionales (RTU) solamente reducen el tamaño en un 30%.
A diferencia de la fotovaporización selectiva con láser verde, con el HoLEP todo el material extraído se analiza por el servicio de Anatomía Patológica para conocer la naturaleza del crecimiento prostático. “En muy pocos casos el material analizado puede ser tumoral, pero es importante que este detalle no pase desapercibido como ocurre con las técnicas que no entregan material para su análisis, como el láser verde”, completa el doctor Gómez Pascual.
Resultados reconocidos por la Asociación Europea de Urología
Un estudio realizado por la Asociación Europea de Urología ha demostrado que un 92% de los pacientes operados al cabo de seis años se encontraban satisfechos o muy satisfechos con los resultados y solo un 1,4% tuvo que recurrir a una reintervención. Mientras que, en pacientes tratados con la técnica de resección transuretral convencional (RTU), la tasa de re-operación es del 10% a 6 años. “Esta diferencia se logra gracias a una extracción más completa del adenoma obstructivo lograda por el Láser HoLEP, que lo sitúa por encima de otras técnicas invasivas por sus resultados a largo plazo”, concluye el equipo de Urología de Quirónsalud Málaga.