Todos los focos recaen sobre el JEMAD Miguel Ángel Villaroya

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**Nota remitida.-

El Ministerio de Defensa, cuya ministra es la socialista Margarita Robles, aprobó a principios de mes un plan de vacunación propio contra la covid-19 dentro de las Fuerzas Armadas, que compromete al jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, según fuentes militares.

El motivo es que según este plan muchos altos cargos de las Fuerzas Armadas vacunados, incluido el JEMAD, no deberían haber recibido la vacuna; hecho po el que se pide de forma general el cese del general Villarroya.

Según la ‘Estrategia de las Fuerzas Armadas para vacunación COVID 19’, establece una tabla de cómo se tiene que vacunar dentro de los ejércitos una vez que se hayan administrado las dosis al personal sanitario, el llamado Grupo 0. Las prioridades para Defensa son las siguientes, tal y como aparecen en el documento:

  • Grupo 0. Personal sanitario del ejército.
  • Grupo 1. Personal que tenga previsto el despliegue a Zona de Operaciones (ZO).
  • Grupo 2. Personal alertado, cuya disponibilidad para desplegar a ZO sea inferior al intervalo necesario para que la vacuna disponible confiera la protección.
  • Grupo 3. En el caso de activación del plan de contingencia frente a una crisis sanitaria provocada por una pandemia o epidemia durante la campaña de vacunación, se incluirá al personal desplegable en la operación en función de las misiones asignadas y en coordinación con el IMPDEF (Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa).
  • Grupo 4. Personal destinado o en comisión de servicio en la Unidad Militar de Emergencia (UME).
  • Grupo 5. Personal de las unidades que a criterio del mando sea considerado como crítico (jefes de unidad, tripulaciones aéreas, etc).
  • Grupo 6. Grupos de población establecidos por el Ministerio de Sanidad en la Estrategia de Vacunación frente al covid-19. En el ámbito de las Fuerzas Armadas se incluye al personal que, perteneciendo a esos grupos de población, no les corresponda o no puedan ser vacunados por los servicios de salud de las CCAA.
  • Grupo 7. Resto de las FFAA.

Actualmente no se ha terminado de vacunar a los sanitarios de los ejércitos, ni tampoco a todo el personal militar que va a ser desplegado en las misiones en el exterior, pero el Estado Mayor de la Defensa ha llevado su propio calendario y ahora estaría en el Grupo 6 a tenor de las vacunas que se han puesto desde el pasado lunes. Algo totalmente insólito y fuera de todo planteamiento inicial, por lo que se están solicitando las explicaciones y el cese de Villarroya.

Un portavoz del EMAD ha subrayado que el general Villarroya viaja a menudo a Bruselas para reuniones de la OTAN y la UE, y que próximamente tiene previsto visitar contingentes españoles. La semana pasada, por ejemplo, estuvo en Malí. En todo caso, es cuestionable que estuviera dentro del Grupo 1 o Grupo 2 ya que sólo afecta a los que se van a desplegar en el teatro de operaciones.

Además, se alude a la cadena operativa dentro del EMAD para haber administrado la vacuna al resto de la cúpula, pero las dosis también se han inoculado a mandos de inferior empleo -varios coroneles, suboficiales e, incluso, civiles que trabajan como analistas en la sede de Vitrubio-. Todo ello, de mayor a menor edad, de ahí que el Jemad fuese tras los sanitarios de los primeros -sino el primero- en recibir la vacuna.

El problema, a juicio de las citadas fuentes, es que las vacunas se han extendido a media docena de generales del Estado Mayor de la Defensa que nada tienen que ver con el Mando de Operaciones. Por ejemplo, se han administrado dosis en el Mando de Ciberdefensa -con sede en Retamares-, en el CIFAS -el CNI militar- y en el CESEDEN -el centro de estudios de las FFAA-, cuya sede se encuentra enfrente del EMAD. Estos tres organismos pertenecen al EMAD y están bajo el paraguas del general Villarroya.

Buena parte de los generales con derecho a vacuna se encuadrarían en el Grupo 5, pero aún así la norma habla del personal de las unidades militares, no de los cuarteles generales, donde se trabaja en entorno especialmente protegidos sin estar en primera línea, caso de la UME en estos momentos.

«Una cosa es desplegar en operaciones, donde hay una situación de riesgo, y otra pertenecer a la cadena operativa, que conlleva una situación de despacho», resume un alto mando consultado. Además, el argumento de la edad solo encajaría en el Grupo 6, al ser grupos de población, y es precisamente dónde estaría el EMAD en estos momentos.

 

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